Su nombre es una leyenda, y sus creaciones han sido únicas. Pixie es una diseñadora de ropa y vestuario teatral, empresaria, actriz, modelo, cantante y coleccionista de arte que construyó un imperio en la década de los 70, pero que ha dejado una huella imborrable en la cultura mexicana, pues ha quedado grabada en las generaciones de todos aquellos que son mayores de 35 años.
De origen irlandés, llegó a México en 1962; en un proyecto escénico en Texas conoció a quien sería su primer esposo, Juan José Gurrola. A su lado se integró a “La Mafia”, un círculo intelectual del que formaron parte artistas como Juan García Ponce y Juan Vicente Melo.
Inicio y crecimiento
En el inicio de su carrera como empresaria, Hopkin se asoció como inversionista y diseñadora, a Industrias Capilares de México, la cual se dedicaba a la exportación de pelucas de pelo natural, desde China a EUA. Como líder del negocio, utilizó la compra de espacios en la televisión, en el programa “Siempre en Domingo”, que conducía Raúl Velasco, como principal estrategia de expansión.
Su oferta de productos creció al agregar la producción de pestañas postizas, así como extensiones para el cabello, además de comenzar a explorar el mercado lampiño masculino de forma discreta, ofreciendo bigotes, pecheras de pelo y patillas de pelo natural, bajo el nombre de Mr. Pix.
En el año 1974, su compañía ya contaba con 42 franquicias, y sus ventas eran fructuosas, ya que el mercado nacional llegó a tener cinco mil puntos de venta, incluyendo farmacias. Además, exportaba sus productos a boutiques de EUA.
Cambios en la moda
Hacia los años de 1977 y 1978, los peinados exagerados eran desplazados por los looks más naturales, del inicio de la década de los 80, por lo que Hopkin detuvo la producción de pelucas. Por otro lado, la línea de pestañas ya se había vendido a Laboratorios Terrier y Mr. Pix pasó a manos de algunos empleados de Pixie.
Estos cambios la empujaron hacia un nuevo sector: la ropa. Convirtió sus instalaciones, ubicadas en Tijuana, en una fábrica de ropa, y su primera línea planteaba todo un estilo de vida, incluyendo accesorios, algo que nunca se había hecho en México. Durante años fue diseñadora exclusiva de Palacio de Hierro y Liverpool, y sus productos fueron el must have de la socialité mexicana.
Después de la apertura de fronteras en 1988, y la crisis económica de EUA, en 1992, cerró. En 1996 creó la oficina de compras del Palacio de Hierro, en Nueva York, y en el año 2000 regresó a México como asesora del Departamento de Damas. Actualmente se dedica a la creación de nuevos conceptos de mercadaje, por la vía digital, y no dudamos que tenga éxito.