Yoga significa: «la unión entre la mente y el cuerpo». Cuando hay una falta de conexión entre ambos, estamos fuera de equilibrio, lo cual causa estrés, fatiga, cambios de humor, etcétera. Al unificar la mente y el cuerpo, a través del yoga, ocurre lo contrario. Nuestro cuerpo comienza a sanar y equilibrarse en forma natural, haciéndonos saludables y llenas de energía. El yoga no es solo un ejercicio, se convierte en un estilo de vida.
Existen muchos tipos de yoga que se pueden practicar. Hay unos con ritmo más lento, unos con posturas o asanas más complicadas y otros que están acompañados por meditaciones y cantos. Lo que es un hecho, es que todos los tipos de yoga tienen algún beneficio para el cuerpo.
Estas son algunas de las razones para comenzar a practicar yoga:
Reduce el estrés
Gracias a que ayuda a bajar los niveles de estrés de la hormona cortisol y la presión en la sangre. Pero no solo relaja; sino que también mejora el humor, la autoestima, reduce la ira, aumenta la ecuanimidad, y nos ayuda a adquirir hábitos de vida y de alimentación más saludables.
Pérdida de peso
Diferentes técnicas del yoga nos ayudan a perder peso. Además, con la práctica regular de este tipo de rutinas, nos volvemos más sensibles acerca del tipo de alimentación que debemos seguir, y las horas adecuadas para hacerlo. Las rutinas frecuentes nos ayudarán a mantenernos en forma.
Calma el dolor
Hay estudios que demuestran que la práctica de esta disciplina ayuda a disminuir el dolor a los pacientes con cáncer, esclerosis múltiple, artritis o hipertensión. Y es que produce un masaje profundo en los órganos y glándulas del organismo, lo que mejora el funcionamiento de todos los sistemas corporales, circulación sanguínea, digestión, respiración, eliminación, sistema endócrino, y cómo no, el sistema nervioso.
Libera tensiones y aumenta la felicidad
Practicar yoga es una manera natural de deshacerse de la tensión acumulada, tanto en los músculos como en la mente. Otro beneficio que aporta esta disciplina es que, como cualquier ejercicio físico, libera endorfinas -también conocidas como las hormonas de la felicidad- gracias a que los movimientos propios del yoga, estimulan determinadas áreas del cerebro, que provocan un mayor bienestar.
Fortalece los huesos
Los diferentes movimientos y posiciones que se realizan en el yoga, permiten aumentar la densidad de los huesos, ayudando a prevenir la osteoporosis. La práctica regular del yoga, ayuda también a corregir la postura, a estirar y tonificar los músculos; y a mejorar el aprovechamiento del calcio y la vitamina D.
Modifica la genética
Este es uno de los beneficios más sorprendentes del yoga. De acuerdo con varios estudios sustentados en pruebas de ADN, la práctica del yoga, y otras técnicas de meditación, modifican nuestros genes. Los efectos de estas modificaciones son positivos, por ejemplo, el retraso del envejecimiento celular o el aumento de la producción de insulina.