Actualmente vivimos en un mundo donde las etiquetas se están quedando en el pasado, se han ido borrando los estereotipos, y se ha logrado que la igualdad de género vaya cobrando fuerza. La moda ha sido parte de este abrupto cambio, hombres y mujeres se han liberado de lo que la sociedad comanda, encontrando de ese modo su verdadera identidad. Ahora sabemos que las mujeres no solo visten de rosa o los hombres de azul, cada ser humano es libre, y la moda nos ha ayudado a encontrar la emancipación.
La macrotendencia Genderless entró con fuerza este 2016, algunos lo definen como un fenómeno social, pero lo que sí sabemos es que ha revolucionando la forma de comprar y de vestir. La moda, sin definición, es sinónimo de comodidad y, de una u otra forma, se está convirtiendo en un must, gracias a la facilidad de combinar las prendas y a su estética, que se define con líneas geométricas, colores neutros y tallas oversize. Las piezas favoritas para lucir esta nueva tendencia, son las camisas que no marcan la figura; los jerseys y sudaderas XXL; los mocasines; y las bomber jackets.
Aunque antes existía el término “unisex”, este no causó tanto impacto como ahora lo hace genderless, ya que este viene acompañado de toda una generación: la generación Z, quienes buscan derribar las barreras, combinar los géneros para que, al final, haya una ausencia del mismo.
Esta tendencia se había visto en marcas como Calvin Klein One, o en firmas de diseñadores independientes, pero fue Louis Vuitton quien, en su campaña primavera/verano 2016, eligió a Jaden Smith para protagonizar el giro que le dio a la moda; en las fotografías de la colección se le ve luciendo piezas femeninas junto a las super modelos Sara Brannon, Rianne Von Rompaey y Jean Campbell. Definitivamente, la moda no sería la misma sin la reinvención y las sorpresas que siempre trae consigo.