Definitivamente el Dermaplaning está entre las tendencias de belleza más extrañas del momento, pues parece ser que el afeitado facial ya no es solo cosa de chicos, y las mujeres japonesas son ejemplo de ello. El dermaplaning, avalado por la Asociación Americana de Cirujanos Plásticos, es una técnica que consiste en realizar una exfoliación facial, utilizando una cuchilla muy afilada llamada dermatomo, y así eliminar las capas más superficiales de la piel, dejándola libre de células muertas y estimulando la regeneración celular.
El dermaplaning es un tratamiento excelente para refrescar y revitalizar la piel, así como también puede ser utilizado para mejorar la absorción de otros tratamientos, como los peelings químicos. Por lo general, este procedimiento sólo se realiza en la cara, excluyendo cualquier perfilado de párpados, cuello o tórax.
Al eliminar todas las células muertas de la piel, este tratamiento puede ayudar a reducir visiblemente las cicatrices del acné y las arrugas leves, así como acabar con el bello facial. Por otra parte, es recomendable que el dermaplaning se realice cada 3 o 4 semanas (o una vez al mes), pues este periodo coincide con un ciclo normal de la piel, de aproximadamente 30 días.
Entre las ventajas que proporciona este procedimiento están:
- No se utilizan productos químicos, los cuales pueden traer consecuencias en la piel como irritación, rojeces, reacciones secundarias o piel sensible.
- Una sesión suele durar 30 minutos, cuando mucho, y después no dejará la tez enrojecida y mucho menos inflamada.
- Los resultados se pueden notar inmediatamente.
- Ya que la hoja que se utiliza es muy pequeña, el dermaplaning puede trabajar en áreas problemáticas específicas, con mayor facilidad y habilidad que otros procedimientos, que utilizan instrumentos más grandes y se centran en la cara en su conjunto.