Cuba ha abierto sus puertas; después de años de mantenerse con bajo perfil ante el mundo, se convierte en uno de los destinos preferidos por la casa CHANEL, para ser sede de una de las pasarelas más esperadas de todos los años, la colección Crucero, dedicada a las mujeres y hombres que buscan la eterna primavera alrededor del mundo, huyendo de los frívolos y largos inviernos.
Desde el 2000, las colecciones han viajado a lo largo y ancho del planeta, desde Miami hasta Venecia, pasando por Singapur, Dubái y Seúl. Esta es la primera ocasión que la maison pisa suelo latinoamericano. El Paseo del Prado, en la Habana Vieja, fue el escenario, las y los modelos desfilaron como si no fuesen maniquíes, sino elegantes domingueros que habían salido a dar una vuelta por las calles, hasta con puro en boca.
La colección se compone de camisetas con frases divertidas que hacen referencia a la cultura cubana como “Viva Coco Libre”, prints florales, coloridos bordados, y no podía faltar el emblemático tweed en faldas y trajes. Entre los accesorios nos encontramos con collares de perlas con flores, mascadas, cinturones, sombreros tipo panamá y boinas. Los pines, las aplicaciones florales y la joyería super brillante, regresaron.
Entre los invitados de honor asistieron Tilda Swinton, Gisele Bündchen, Adriana Lima y el famoso actor Vin Diesel, quienes estuvieron en el front-row del evento; el desfile estuvo amenizado por músicos locales, que animaron a todos los asistentes a sumarse a la fiesta de la moda, orquestada por CHANEL.
El diseñador, Karl Lagerfeld cerró la pasarela, caminando de la mano de su sobrino, sorprendiendo a todos con una chaqueta dorada de Hedi Slimane, antiguo director creativo de YSL, incrementando los rumores de la posible salida de Lagerfeld de la firma.