Un guardarropa debe de tener piezas fundamentales para lograr cualquier look y salvarnos del «¡no sé qué ponerme!». Entre las prendas esenciales están un camisa blanca, un blazer, un trech coat, unos jeans, un pantalón de vestir y, por supuesto, un vestido negro. The little black dress es sin duda un clásico, siempre será elegante y muy versátil, combinándolo con diferentes accesorios podemos crear un sinfín de outfits.
Es importante que el diseño sea sencillo y atemporal, para poder llevarlo durante años, sin que esté pasado de moda. Cuanto más sencillo mejor, aunque pensemos que es demasiado sobrio, será más fácil de combinar con todo. Para lucirnos con un vestido negro, primero que nada debemos de elegir el que mejor nos favorezca, existen miles de estilos, pero para que sea un arma letal, debe de ser el adecuado, respecto a nuestra figura.
El corte y el largo
El largo ideal depende de nuestra altura, edad, fisonomía… pero lo recomendable es, o un dedo por encima de la rodilla o un dedo por debajo, ese es el límite. Si lo usamos más corto puede perder el sentido de llevar un little black dress, si es más largo, suele perder versatilidad. El escote es una parte muy importante a la hora de elegir un vestido, cobrando especial importancia. Es la parte más visual, donde se centran las miradas, y puede cambiar la estructura entera del vestido. Un escote bien elegido, puede realzar el pecho, disimular los hombros caídos o estilizar el cuello.
El tejido
La composición del vestido es importante, hay que buscar prendas que, primero que nada, no se transparenten, que sean prácticas, cómodas y de alta calidad. Es recomendable que el little black dress sea mayormente liso, sin accesorios como tachuelas, bordados excesivos, lentejuelas, transparencias, encajes, ni nada que destaque más que el mismo vestido.
Existe un little black dress para cada una de nosotras, no es tarea fácil encontrarlo, pero existen algunos tips para guiarnos durante la búsqueda:
Para figuras petite: En este caso, entre más corto sea el vestido, es mucho mejor. Así se logrará que las piernas se vean más largas. Un plus si el vestido tiene escote en V o profundo, pues creará una ilusión óptica de mayor altura.
Para disminuir los hombros anchos: El little black dress ideal es uno que tenga forma acampanada para así lograr contrarrestar el volumen de la parte superior, llevando toda la atención a la inferior. Este vestido también es una buena opción, para quienes desean cubrir el abdomen o aumentar las curvas.
Para figuras curvy: Lo ideal es usar vestidos rectos o shift dresses y procurando que siempre lleguen arriba de la rodilla. Un vestido con escote bardot u off the shoulder, es ideal, ya que esta tendencia llegó para quedarse.
Para vernos más altas y delgadas: Un shift dress o vestido recto es la clave, pues alarga la figura, e incluso la hace ver más estilizada. Un plus si tiene estampado de líneas verticales, lo que enfatizará esta cualidad.