Siempre estamos preocupadas por la apariencia de nuestro pelo, por mantenerlo limpio, saludable e hidratado, para que luzca hermoso, pero olvidamos una parte primordial y es el cuidado de nuestro cuero cabelludo. Así como exfoliamos nuestro rostro y cuerpo, debemos de recordar que, el cuero cabelludo también es piel y, como tal, debemos cuidarla para retirar las células muertas y todo el exceso de producto que se queda ahí, y que con el paso del tiempo lo hacen lucir opaco y sin vida.
Una exfoliación capilar consiste en retirar el exceso de grasa y suciedad, directamente del cuero cabelludo; se descongestiona y eliminan células muertas, para que el pelo nazca más sano. Al retirar los residuos y dejar la fibra capilar limpia, el cuero cabelludo absorberá mejor los nutrientes de las mascarillas capilares. Además, que al desobstruir los poros, se oxigena la piel de la cabeza. De esta forma desaparecen muchos problemas de caspa y descamación, que dañan la salud de nuestro pelo.
Se recomienda realizar el tratamiento, cuando se nota una caída excesiva de pelo, así como la aparición de las células muertas en forma de partículas blancas, que son descamaciones de la piel. Aunque el cuero cabelludo también es piel, no se puede usar cualquier producto y mucho menos los exfoliantes que utilizamos para el cuerpo o rostro, necesita productos especiales, diseñados para limpiar a profundidad.
Podemos dejar nuestro pelo en manos de los profesionales o podemos realizar la exfoliación nosotras mismas; hoy en día existe una amplia gama de exfoliantes con los cuales, en tan solo 20 minutos, lograremos tener una piel limpia y renovada; como el Deep Micro Exfoliating Scalp Treatment de Kiehl’s o el Exfoliating Scalp Facial de Alterna, dos productos muy bien recomendados por los profesionales.
La exfoliación no tiene efectos secundarios, pero sí puede afectar a los cueros cabelludos sensibles, dejándolos irritados. Si surge este problema, se aconseja aplicar un tratamiento calmante, para equilibrar el ph de la piel.